Nuestra Belén Esteban, la 'princesa del pueblo', ha sido elevada de categoría por los franceses este domingo, concretamente a 'reina ibérica de los talk-shows'. La de San Blas ha protagonizado un reportaje escrito en el periódico francés 'Le Monde', que ha llevado a 'la Esteban' no sólo a ocupar portadas de las revistas del corazón en España, sino también de los diarios de información general del país vecino.
"Tan querida como detestada, esta rubia de 39 años de edad, demasiado delgada, con la cara estropeada por la vida, cuenta con más de 480.000 seguidores en su Twitter", escribe la corresponsal gala en Madrid, Sandrine Morel.
'Le Monde' se refiere a Belén Esteban como la chica que "habría querido ser monja o un ama de casa normal". También recogen su respuesta a la pregunta de "¿Le gusta su trabajo?", asegurando que la de San Blas contesta 'masticando algo de comida': "es lo que me ha tocado vivir".
La periodista, que ha pasado varias jornadas con Belén Esteban entrevistándola y viendo cómo trabaja, considera que la copresentadora de 'Sálvame' es "un juguete de la cadena y del público". Ella misma sabe que sus ingresos mantienen a su familia y a pesar de que se plantea dejar la tele cree que "no podría", que la gente no la "dejaría".
'Le Monde' analiza la particular trayectoria de la colaboradora de 'Sálvame' desde sus orígenes, cuando el romance con Jesulín de Ubrique, un culebrón "a la altura de la serie Dallas", la catapultó a la fama. Sus miserias y sus alegrías pasaron a ser patrimonio de una buena parte de los españoles y la mujer que compartía "piso con su familia en el barrio popular de San Blas" se hizo más famosa incluso que el torero.
Tras la ruptura con Jesulín "el pájaro herido empieza su metamorfosis: pierde peso, se opera los pechos y la cara. Sus modales y su agresividad fascinan", dice el diario. La televisión "le ha dado y le ha quitado la vida a la vez" a una mujer que, describe el sociólogo Fermín Bouza, "representa a la hija del pueblo, víctima del entorno urbano agresivo y de las desgracias del mundo moderno, como el divorcio".