Isabel Jiménez, rota tras la capilla ardiente: "María es la única hermana que tengo y me he quedado sin ella"

'El programa del vernao' entrevista en directo a Isabel, hermana de María Jiménez, para confesar cuáles eran los últimos deseos de la cantante, cómo ha vivido la familia esta capilla ardiente y, sobre todo, cómo quieren que recuerden a la cantante sevillana.

Isabel Jiménez atendió a la reportera del progama justo en el momento en el que se cerró la capilla ardiente. La hermana de la cantante confiesa que "estamos muy cansados, llevo tres días con ella, en el hospital, ayer y ahora dándole el último adiós".

"Estoy un poco sorprendida, no pensaba que mi hermana fuese a arrastrar todo lo que ha arrastrado de muchos sitios, los mensajes que nos han enviado...", comenta Isabel. Tras esto, añade sobre lo vivido en la capilla ardiente: "Estoy muy contenta, ella estará disfrutando...esto es un orgullo, ver cómo se ha portado el ayuntamiento, todo el mundo, es increíble. Sevilla es especial y ella era especial".

El deseo de María Jiménez: "A mí me paseais en un coche de caballos con plumas"

Isabel Jiménez, con una sonrisa, recuerda cómo su hermana le pidió este último deseo: "Ella me dijo 'yo quiero un coche que me lleve a la iglesia, a mí me paseais por Triana". La entrevistada le contestaba con mucho salero: "Sí, otro paseito más, no has tenido bastante paseos ya, ¡otro paseito más!"

La carroza de caballos lleva cuatro faroles, cuatro caballos en línea y penachos de plumas. La hermana, partiendose de risa, comenta: "Yo le dije '¿tú te crees que eres la reina de Inglaterra? Ella va a ir con su coche de caballos, las plumas puestas y todo el cortejo de flamenco que pueda venir... y ella decía 'chiquilla, déjame".

Isabel, entre lágrimas: "Es la única hermana que tengo y me he quedado sin ella"

Isabel Jiménez cuenta sobre el fallecimiento de María: "Es la vida y es la muerte, donde más nos hemos reído han sido en los velatorios recordando cosas del muerto. Unos se van y otros vienen, los que nos quedamos no podemos morirnos detrás de ellos porque eso es imposible. Como nos quedamos, tenemos que recordar las cosas buenas de ellos, reírnos, ellos no querrían vernos tristes".

Sin embargo, la hermana de María Jiménez no puede evitar derrumbarse al acordarse de ella: "Yo lloro muchísimo, me da mucha pena, pero también me río porque sé que a ella le gustaba mucho verme reír". Por último, con la voz rota y entre lágrimas, confiesa: "Una cosa es la pena que tenemos por dentro, que es inmensa. Es la única hermana que tengo, no tengo otra, me he quedado sin ella, no puedo discutir con ella ya, ya no puedo...".