Durante el 2019 se ha producido un gran aumento del turismo en la zona de exclusión de Chernóbil. Puede que la serie estrenada hace poco influenciara en este aumento. Aparentemente es seguro visitar esa zona, pero es necesario llevar ropa de manga larga, está prohibido tocar cualquier cosa, fumar y sentarse en el suelo también está prohibido. En lo que más insisten las personas que hacen de guía es en no llevarse nada, ya que podría llegar a provocar tu muerte.
Durante el reportaje también se ha podido ver a las personas que, a pesar de la radiación, decidieron volver para seguir viviendo en sus casas. María es una de las personas mayores que viven en la zona de exclusión, y esta consume los alimentos y el agua de esa zona, a pesar del peligro que supone. El estado ucraniano apenas le da una pensión de 65 euros, la cual es muy reducida pero le permite pagar la luz y el gas. María recibe la visita de sus hijos cada cierto tiempo, pero ella se niega a abandonar su casa, y donde esta enterrado su marido, que falleció hace un año.