Corinna volvía a conceder una entrevista, esta vez a la BBC, hablando de su relación con el rey emérito. Esto ha hecho que vuelva a hablarse de los años en los que Juan Carlos I y Larsen compartieran su vida. El programa se ha acercado hasta La Finca ‘La Angorrilla’ en Madrid donde la pareja vivía su historia de amor, un casoplón con acceso directo desde Zarzuela.
El rey rehabilitó esta casa para que Corinna viviera en ella desde 2008 a 2012 junto a su hijo de 11 años, se encuentra a 19 kilométros de Zarzuela. Está situada en pleno monte de ‘El Pardo’ y comunicada de una manera muy directa con Zarzuela, se puede ir y venir en coche y, además, con mucha privacidad, hasta se arreglaron los caminos que en su momento eran de tierra y se asfaltaron para tener mejor comunicación. Está en un paraje privilegiado, la mujer gozaba de muchas comodidades como disfrutar de la fauna y su hijo aprovechaba para montar en moto por el monte. Ella estaba muy protegida en todo momento por los servicios secretos españoles y de la Guardia Real que se referían a ella como Ingrid para que nadie supiera de quien se trataba.
Esta fue la residencia del rey durante los meses de verano y con la llegada de Corinna se hizo una gran reforma que habría costado más de 2 millones de euros. La estancia constaba de varias áreas: varios dormitorios, salones y un gran comedor. En el exterior: piscina cubierta, garaje con acceso directo, camino asfaltado, una piscina de verano y un muro para evitar que nadie les viese. En definitiva, un gran casoplón donde la pareja pudo disfrutar de su amor con la mayor privacidad y que les permitía pasar mucho más tiempo juntos.
