Según sus víctimas, Beatriz ha suplantado varias veces la identidad de hombres para abusar, amenazar y estafar a chicas. Este programa ha conseguido en exclusiva el audio que lo demuestra. A sus 23 años es una vieja conocida por la Policía. Su historial de estafa y suplantación de identidades comienza a los 15 años. Cogía fotografías de hombres reales, de un gran atractivo físico y con un alto nivel adquisitivo. Con Julia, una de sus víctimas, tomó las imágenes de un exitoso bloguero italiano y las utilizó haciéndose pasar por Maximiliano, un arquitecto italiano afincado en Valencia.
Tras cortejar a varias mujeres, la usurpadora de identidades de Picassent, les dice que padece cáncer. En su farse llega hasta escribir una carta a la Fundación José Carreras para ayudar a otros pacientes. En los audios recogidos por este programa se puede escuchar a Beatriz impostando la voz de un hombre italiano con expresiones como "aspetta" o "sicuro"
Beatriz ya ha reconocido ante el juez que ella se hacía pasar por Max: “Julia sabía que era falso lo de Maximiliano, lo hicimos porque ella quería irse del lado de su madre”, explica Beatriz. Sin embargo, en cuanto sale en libertad sin cargos, se hace pasar de nuevo por Max y llama a Julia: “Desbloquéame, te mando lo que te tenga que mandar y lo valoras”, le dice.
“Si primero dices tú que eres Maxi y luego coges y me empiezas a meter a mí cosas que no he hecho, pues… blanco y en botella” , responde Julia.
“Di si quieres quedar conmigo, en donde sea”, pregunta Beatriz. Después explica que se hacía pasar por Max por presiones. Por si quedaba alguna duda, este programa se pone en contacto con el falso Max a través de un número facilitado por la propia usurpadora y que pertenece a una línea de Ohio, Estados Unidos. No contesta a las llamadas, pero si defiende a Beatriz en unos mensajes de WhatssApp.
Este programa se pone en contacto con el bloguero italiano cuyas fotos utilizaba Beatriz para suplantar su identidad y acosar a mujeres. La 'seductora de Picassent' cogía sus fotos de las redes sociales y seducía a otras chicas bajo el nombre falso de Maximiliano. Alegaba que tenía una enfermedad y pedía dinero para el tratamiento de la misma a sus víctimas. Además, con una de sus denunciantes, Beatriz llegó a quedar en persona. Apagó la luz y empezó a abusar de ella haciéndose pasar por el bloguero italiano.