El guardia civil que detuvo a Bernardo Montoya en 1995: “Me dijo que me cortaría el cuello”

telecinco.es 20/12/2018 11:25

Emilio Díaz es el guardia civil extremeño que detuvo a Bernardo Montoya tras el asesinato de una anciana en 1995 en Cortegana, Murcia. Según explica, el asesino de Laura Luelmo, la profesora de 26 años que desapareció en El Campillo, le amenazó tras esa detención. "Después de que se celebrara el juicio, en el camino al calabozo me dijo que me esperase a que saliera de la cárcel para cortarme el cuello. Asegura que también recibió amenazas que Bernardo le enviaba a través de presos que salen de la cárcel. "Te acostumbras a ello", explica.

Sobre el carácter del asesinato de la profesora Laura Luelmo, dice: "Es un hombre frío y calculador y no tiene sentimientos de culpa. Todos los asesinos que no tienen sentimientos de culpa son capaces de repetir. Si sale en libertad volverá a hacer otra cosa parecida. Le ha tocado a esta pobre como podía haberle tocado a otra del pueblo. Es un animal".

Además, considera que fue un error que nadie avisara a la profesora de los antecedentes delictivos de su vecino. "El Campillo es un pueblo muy pequeño y tranquilo, allí no pasa nunca nada, pero esta niña no tenía que haber vivido en las afueras del pueblo y enfrente de un asesino. Alguien tenía que haberla avisado, empezando por la dueña de la casa, o la policía local".

El agente, ya jubilado, explica que lo tenía muy claro cuando se enteró de que Bernardo Montoya era el vecino de la chica zamorana desaparecida. Sobre las diferentes versiones del asesino comenta que "miente mucho. Miente más que habla".

En cuanto al crimen de una mujer de 81 años en Cortegana, el guardia civil recuerda que, además de la confesión, las huellas del asesino en el marco interior de una de las ventanas de la anciana fueron clave para confirmar las sospechas. A pesar de que el asesino aseguró que los agentes le obligaron a poner las huellas en esa ventana. "Eso es imposible porque teníamos que haber quitado el marco de la pared o que le subiéramos a él a la escalera para que tocara el sitio por donde entró", dice al respecto.

En la entrevista, Emilio explica que también detuvo a Luciano Montoya, el hermano de Bernardo, condenado por asesinato que ya goza de permiso carcelario." Son iguales, el día que salga o cumple un protocolo de seguimiento o pasará algo parecido con otra criatura", comenta.

En cuanto a la familia Montoya, asegura que "les desterraron de Badajoz por la ley gitana": "Vinieron huyendo del patriarca de allí porque tuvieron varios asuntos con navajas, pero no de los dos hermanos porque eran muy críos, sino por sus padres y sus tíos".

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