Emilio Díaz es el guardia civil extremeño que detuvo a Bernardo Montoya tras el asesinato de una anciana en 1995. Según explica, el asesino de Laura Luelmo, la profesora de 26 años que desapareció en El Campillo, le amenazó tras la detención. "Me dijo que me cortaría el cuello al salir de la cárcel". Explica que las huellas del asesino en el marco interior de una de las ventanas de la anciana fueron clave para confirmar las sospechas. "No tiene sentimientos de culpa y siempre asesinará", añade.