El periodista Jorge Luque se traslada hasta Durango, Vizcaya, para hablar con el excuñado de Pedro Nieva, detenido por contratar a los sicarios que mataron a Javier Ardines. Asegura que cuando Katia, la mujer del principal detenido por el crimen, iba con ellos a Asturias, no dormía en la casa con ellos.
"Ella vivía como una reina y no le faltaba de nada", cuenta cuando le preguntan por qué ella no dejó a su marido. Sobre Pedro, explica que es "muy orgulloso" y "que nadie podía estar por encima de él". "Lo suyo es suyo y no podía ser de nadie más", añade. Además, cuenta que cuando se enteró del asesinato, estaba seguro de que lo había matado Pedro Nieva y afirma que Katia y su hermana Begoña también lo sabían.
En la segunda parte de la entrevista, el excuñado del detenido por inducir el asesinato de Javier Ardines explica cómo fue la presunta agresión que sufrió por parte de Pedro Nieva. Asegura que Pedro Nieva, detenido por el asesinato del concejal de Llanes, rajó ocho ruedas de la empresa de alquiler de vehículos que tiene. Al acercarse al parking, Pedro Nieva golpea con la pata de una mesa en la cabeza a un amigo provocándole una herida, según su testimonio. "Es él sin ninguna duda", dice el amigo que sufrió la supuesta agresión.
Tras la entrevista, Ana Rosa Quintana ha puesto en duda este testimonio. "Ayer nos enteramos de que este señor tiene cuatro sentencias por maltrato", ha comentado la presentadora.
Dos meses después del asesinato de Javier Ardines, su viuda llamó a Pedro Nieva para preguntarle por qué ha dejado de ir a Llanes. El presunto autor intelectual del crimen se puso nervioso y aseguró que estaba aguardando la llamada de la Guardia Civil. Dice no estar preocupado ya que el día del asesinato pasó todo el día en Amorebieta sin salir de casa. En ese momento las sospechas de los investigadores sobre él se vuelven más contundentes.
La conversación que Pedro grabó para confirmar la infidelidad de su mujer y Ardines