Muchas son las quejas hacia el Gobierno por la falta de transparencia a la hora de gestionar la crisis del coronavirus.
Este lunes, justo cuando se cumple un siglo de la gripe española y tras conocer que el Ejecutivo va a facilitar a posteriori los informes técnicos sobre las fases de cada autonomía, Ana Rosa Quintana ha comenzado su programa con un reivindicativo discurso: "Justo hace cien años, los españoles se despertaban con titulares sobre la epidemia que llegaba a Madrid en el Diario el Sol. Tras la fiestas de San Isidro, empezaron a ponerse enfermos muchos vecinos. Al poco tiempo, el Ayuntamiento reconocía la epidemia y las delegaciones del Gobierno de España informaban absolutamente de todo puntualmente cada día a la prensa. Por eso, esta pandemia, que acabó con la vida de más de 50 millones de personas en el mundo, se llamó la Gripe Española, porque la guerra hizo que solo existiese libertad de prensa en España que era neutral. Solo se informó aquí de lo que estaba y por esa ausencia de censura no se silenciaron las cifras reales que dejó más muertos que la Primera Guerra Mundial. Hasta la casa Real informó del contagio del Rey Alfonso XII. Un siglo después, tenemos menos información que en 1918.
El Gobierno selecciona a los periodistas a los que responde en las ruedas de prensa, el Ejecutivo va a facilitar a posteriori los informes técnicos sobre las fases de cada Autonomía, no sabemos quiénes son los expertos que toman las decisiones y ahora nos enteramos del contagio de militares españoles que estuvieron en octubre compitiendo en un evento deportivo en Wuhan y a los que se les pidió que no hablasen. Ante esta situación, las manifestaciones que comenzaron en la calle Núñez de Balboa de Madrid, ya se han extendido a muchos barrios de Madrid y a otras ciudades de España. Unas protestas que ponen de manifiesto el cansancio de la población ante la merma de libertades que supone prorrogar un mes más el estado de alarma. Además de la falta de explicaciones, a esto se suma el final de los aplausos a los sanitarios, la falta de transparencia en las fases y se ha conseguido que los españoles pasen del aplauso al abucheo y a la cacerolada.".