Ana Julia se declara inocente de asesinato y rompe a llorar en el juicio
Ana Julia reconoce que dio muerte a Gabriel, aunque asegura que no fue una muerte intencionada
Ana Julia: "Yo solamente tengo claro que le puse la mano en la boca para que se callara, no quería hacerle daño a Gabriel, no quería matarle"
Los padres de Gabriel, la abuela y una prima menor han pedido declarar tras un biombo
Ana Julia Quezada ha comenzado a declarar en la segunda sesión del juicio por la muerte de Gabriel. La acusada ha reconocido que dio muerte a Gabriel el 27 de febrero de 2018, pero se declara inocente de asesinato asegurando que no fue una muerte intencionada.
En sus primeras palabras ante el juez, Ana Julia ha roto a llorar. Además, la expareja del padre de Gabriel ha avisado que no contestará a las preguntas de la acusación particular y solo responderá a las preguntas realizadas por la fiscal y sus abogados.
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La fiscal ha comenzado a preguntar a Ana Julia por la relación que tenía con Ángel Cruz, el padre del menor fallecido en Almería. Además, ha detallado cómo fue la última comida de Gabriel, el 27 de febrero. En su relato se han podido escuchar algunas contradicciones con respecto al informe de la Guardia Civil. Asegura que le preparó el desayuno al niño y afirma que ella no vistió al niño, sino que se vistió solo. "Llevaba una camiseta, un pantalón negro y una chaqueta", explica.
Además, ha negado rotundamente ante la fiscal que hubiera tenido algún enfrentamiento con Patricia Ramírez, la madre del pequeño Gabriel. Mientras, ha trascendido que la acusación particular ve un doble móvil en la crimen: el personal y el económico.
Durante la narración de los hechos por parte de Ana Julia, la acusada ha hablado sobre las últimas horas hasta que el pequeño abandonó la vivienda familiar de Las Hortichuelas, una pedanía de Níjar, en Almería. “La abuela le dijo que la ropa estaba en la habitación y que se pusiese la ropa del día anterior”, relata. Posteriormente, explica que Gabriel se colocó en la puerta de la casa. “Estaba mirando algún mensaje con el teléfono". Niega que le pidiera al padre de Ángel Cruz que quitara la alarma de la finca de Rodalquilar en la que dio muerte al menor. “Cogí un refresco y me monté en el coche y me marché”, continúa.
Solamente tengo claro que le puse la mano en la boca para que se callara
En cuanto a la muerte de Gabriel, mantiene la misma versión que dio a la Guardia Civil y al juez instructor. Cuenta que Gabriel entró en una habitación de la finca de Rodalquilar con un hacha en la mano. "Le dije que dejara el hacha porque se podría hacer daño y empezó a gritarme: tú a mí no me mandas que no eres mi madre. Que eres fea y tienes la nariz fea, que yo no quiero que estés con mi padre. Quiero que mi padre se case con mi madre y que te vayas a tu país". "Yo simplemente le tapé la boca, no quería hacerle daño. Solamente tengo claro que le puse la mano en la boca para que se callara. Yo no quería matar al niño", repite.
Empecé a fumar como una loca, saliendo y entrando, no sabía lo que hacía
A continuación, relata qué hizo al darse cuenta de que Gabriel estaba muerto. "Le puse la mano en el pecho al niño, no respiraba y me quedé bloqueada". "Empecé a fumar como una loca, saliendo y entrando, no sabía lo que hacía". Ana Julia explica que encontró una pala en la finca y se puso a cavar para enterrarle. "No me costó, lo hice muy deprisa", explica. Ana Julia confirma que tras comprobar que Gabriel estaba muerto, lo desnudó. "No sé por qué lo hice", afirma.
Posteriormente cuenta cómo trasladó el cuerpo de Gabriel hasta el exterior: "Lo cojo de los dos bracitos y lo saco fuera y lo meto en el agujero". En cuanto a la pala que ella llevó a la finca de Rodalquilar días antes del asesinato, un hecho que la acusación utiliza para intentar demostrar que el asesinato fue premeditado, Ana Julia ha explicado que lo llevaron para hacer tareas en la finca. Además, la fiscal le ha preguntado por el corte en la mano de Gabriel que Ana Julia hizo con el hacha.
Pensé: le he que quitado la vida a un niño, ¿Cómo se lo digo a Ángel?
La acusada hondureña ha respondido a por qué no confesó la muerte de Gabriel y ha asegurado que puso una camiseta de Gabriel en una zona de la búsqueda con la intención de que la descubrieran. Tras matar al pequeño, Ana Julia dice que no pudo llamar a nadie debido a los nervios de la situación. Cuenta que no sabía cómo decirle a Ángel, su pareja, que había matado a su hijo pequeño. Asegura que tenía intención de decírselo a alguien pero que no pudo por miedo.
También ha descrito el día en el que vuelve a la finca donde había enterrado a Gabriel. Según su relato, regresó a la finca con su perra, y tras jugar con ella un rato, levantó las maderas con las que cubrió a Gabriel para más tarde cubrirlo con una toalla y meterlo en su coche. Antes de ir a la finca dejó a la que era su pareja y padre de Gabriel junto con Patricia.
“Abro mi coche y cojo una toalla, se la echo por encima a Gabriel y lo meto en el maletero”
Hoy también declararán diez testigos, incluidos los padres de Gabriel, la abuela y una prima menor de edad. Los familiares han pedido declarar detrás de un biombo, evitando el contacto visual con la presunta asesina. Además, las declaraciones de los familiares tampoco podrán ser escuchadas de forma pública.