Los cinco miembros de La Manada entraron el pasado viernes con aparente tranquilidad a firmar a los juzgados de Sevilla mientras el Tribunal Supremo revisaba la sentencia que les condenaba por abuso sexual. Pocas horas después, el Supremo eleva la condena a 15 años de prisión por violación. Tras dictar la orden de busca y captura, los cinco sevillanos son detenidos que apenas tuvieron tiempo de recibir la noticia.
Fue su abogado, Agustín Martínez, el que les llamó para comunicarles la sentencia, pero a José Ángel Prenda ni siquiera le dio tiempo a recibir la llamada antes de que fuera detenido. Todos fueron arrestados en sus casas, salvo Ángel Boza, que se entregó en una comisaría. Esa misma noche, los miembros de ‘La Manada’ escucharon las amenazas de otros presos en la cárcel de Sevilla I, que les gritaban “perras, violetas, os vamos a rajar”.
Los cinco condenados por violación en los Sanfermnines de 2016 tienen un régimen especial y no pueden salir solos del módulo por cuestiones de seguridad. En su primera noche en prisión, los miembros de 'La Manada' cenaron ensaladilla rusa, cochinillo frito y revuelto de champiñones. La primera de muchas noches entre rejas.