Adara y Joao, durante una de sus conversaciones en un rincón del confesionario, comenzaron a darse cuenta de que todas las cosas de las que hablaron se saben. En un principio creen que solo les grababan el sonido, hasta que Adara encuentra una cámara encima de ella. En ese momento Adara dice estar segura de que Hugo la dejará nada más salir. Los colaboradores están divididos entre si de verdad no se dan cuenta o sí. Alessandro Lequio lo tiene claro: “No me creo que no se den cuenta, ellos saben que están siendo grabados 24 horas al día”. Joaquín Prat ha querido añadir que cree que Adara si es real, mientras que el Maestro Joao está jugando para sacar información.