Están en primera línea de batalla, les aplaudimos todos los días a las ocho de la tarde pero hay sanitarios que sufren acoso debido a su trabajo. Una ginecóloga de Barcelona encontró su coche por la mañana con una gran pintada con este texto: rata contagiosa. Y un enfermero de un centro de salud denunció que sus vecinos decidieron rociar con lejía la puerta de su casa porque se había contagiado con el coronavirus.
Muchos sanitarios se han tenido que trasladar a otras comunidades para ayudar en hospitales, otros se aíslan en sus propias casas para no contagiar a sus familiares... Se ha creado una plataforma para ayudarles a encontrar alojamiento mientras dure esta crisis. Son pisos individuales, completamente equipados y gratuitos para que pueden quedarse todo el tiempo que necesiten.