Julio está viviendo un calvario desde que su madre le dejó en el colegio cuando tenía cinco años y no volvió. La custodia se la dieron a su padre pero un año después apareció para matar al progenitor del menor. De nuevo, la custodia pasa a la tía paterna y comienza a vivir con su familia paterna. Pero el juez ha ordenado que se mude a vivir con sus abuelos maternos.