Álvaro ha ofrecido pautas para que los más jóvenes sepan qué hacer en su tiempo de ocio. "En vez de jugar siete horas seguidas a la consola, hay que leer, escribir e investigar en Internet", ha dicho Álvaro. El pequeño ha dado una lección de conducta distinguiendo entre lo que la sociedad cree que es lo normal y lo que realmente es bueno. "No es normal que un niño se levante, desayune y se ponga a ver la televisión todo el rato sin hacer nada. Lo anormal es eso y lo normal es tener ganas de aprender".