Tras descubrir que el verdadero asesino de su hijo no es Alfi, sino el hijo de su gran amigo Quílez, Fran acude s buscarle a la comisaría. Poco tarda en descubrir que su compañero ha descubierto el secreto que llevaba tres años tratando de esconder y que hará que la relación entre ellos cambie para siempre.