Hakim quiere a Fran como si fuese de su familia. Cuando era un adolescente y se dedicaba a hacer fechorías por el barrio, su jefe le hizo sentar la cabeza y convertirse en policía. Le está muy agradecido por todo lo que hizo por él, motivo que le lleva a hacer desaparecer la pistola que inculpa a su mujer del tiroteo de Alfi.