Ismail, el islamista que consiguió escapar de la policía, resultó herido en una de las piernas. Tras acudir a registrar su casa, Fran está convencido de que alguien le ayudó a curarse. El policía consigue reunirse con Romero, el curandero del barrio al que acuden todos los delicuentes y la persona que podría haber ayudado a Ismail.