Morey y Fátima quedan a solas en el mirador de la playa para hablar de todos los sucesos que en los últimos días han rodeado la muerte e su hermano Abdu. La complicidad estre ambos es más que evidente y el nuevo jefe de la comisaría de El Príncipe no puede reprimir sus deseos. Dejándose llevar por sus instintos, Morey besa a la joven, que se marcha recordándole que está prometida.