Álex González nos ha explicado que, llegados a este punto, el único motor de la vida de Morey es Fátima. La misión que en un principio consiguió que llegara a poner su vida en peligro ya apenas le importa. El amor incondicional que siente por ella queda más que patente cuando Robledo le falta al respeto a la mujer que ama, algo que Morey no puede soportar.