Los yazidíes, el pueblo más odiado por los yihadistas del Estado Islámico
Llevan 4000 años escapando de sus perseguidores, los yazidíes, uno de los pueblos más antiguos de Mesopotamia vuelve a ser objetivo, en esta ocasión de los radicales del Estados Islámico en Irak.
El grupo terrorista que sueña con establecer un califato y que, cada vez conquista más territorios en Siria e Irak, ha colocado en su punto de mira a esta minoría religiosa, cuyo credo une elementos del zoroastrismo, la religión preislámica de la antigua Persia, del Cristianismo y del Islam. Creen en la Biblia y en el Corán, entre otras cosas porque tras cada persecución asumieron las creencias de unos y otros para camuflarse mejor y sobrevivir.
Los yihadistas han conquistado la principal ciudad de Irak en la que estaban establecidos, Sinjar, y los que han sobrevivido han tenido que refugiarse en las montañas cercanas. Según la ONU, decenas de miles de personas podrían haber escapado.
La comunidad yazidí profesa una religión monoteísta, en la que su Dios está rodeado de siete ángeles, uno de ellos, el más importante, Malak Taus, está representado por el pavo real, símbolo de diversidad, belleza y poder. Por esa razón se les llama también los seguidores del pavo real.
En la despiadada lógica de los fanáticos de Estado Islámico deben exterminar a “estos herejes”, según ellos adoradores del diablo. Creen que el nombre Yazid proviene de Yazid ibd Muawiya, un libertino califa muy odiado por los extremistas. Hoy se sabe que el nombre nada tiene que ver con este personaje sino que viene del farsi moderno “Ized” que significa ángel o deidad pero el estigma ha sido resucitado por los radicales sunitas.
Su afán por sobrevivir les ha permitido sortear las persecuciones durante siglos. Hoy están asediados en unas montañas al norte de Irak, la esperanza, como esos ángeles en los que tanto creen, viene del cielo. Los helicópteros del maltrecho Gobierno Iraquí están llegando a esta zona montañosa para asistirlos pero no hay rescatadores para tanta desesperación.
Es imposible convertirse a esta religión sólo se puede nacer yazidí, Ya llevan casi una semana rezando cinco veces al día a su ángel Malak Taus bajo un sol y en una región donde se alcanzan los 50 grados de temperatura. El tiempo se agota para este viejo pueblo, experto en persecuciones, experto en la labor intensa de sobrevivir.