Caracas, la capital de Venezuela, es ya la ciudad más peligrosa del mundo, superando a la hondureña San Pedro Sula. El pasado mes de julio, al menos 535 personas murieron de forma violenta. Son datos extraoficiales porque desde hace una década las autoridades de Venezuela no ofrecen cifras sobre las víctimas de la delincuencia. La situación de escasez que padece el país no ha hecho más que empeorar las cosas en los últimos meses. En la morgue de Caracas se descubren las historias personales que hay detrás de cada bala.