Dice uno de los autores del informe que el presidente sirio, Bashar el Assad es una máquina de torturar, de matar y de violar los derechos humanos a niveles, según él, "industriales", lo explica David Crane, uno de los autores del estudio.
Han analizado las fotografías suministradas por un fotógrafo militar del régimen sirio que desertó del país sacando 55.000 negativos, retrataba unos cincuenta cuerpos al día, todos detenidos. Son las instantáneas con rostro de las masacres donde vemos las marcas de esta guerra civil tatuadas en los cuerpos. Si las pusiéramos en blanco y negro se confundirían con las del holocausto nazi.
Los autores son tres fiscales internacionales, un forense y un patólogo, entre ellos el profesor Geoffrey Nice que afirma que se trata de pruebas más que consistentes para iniciar un proceso criminal contra Assad, ese bárbaro.
Corresponden a un sólo centro de detención del Gobierno donde dejan morir de hambre, golpean, estrangulan y hasta decapitan a los rebeldes. Según la exclusiva revelada por CNN y The Guardian, al menos 11.000 detenidos han muerto en las siniestras cárceles del régimen de Damasco.
Datos con rostro que hay agradecer a un fotógrafo militar que cada día documentaba la masacre y atesoraba los negativos. Se arriesgó sacándolos del país, huyendo del conflicto para el que estos días se busca una salida diplomática en Ginebra y que ha matado ya cerca de 130.000 personas, la mayoría de ellas sin rostro.
El informe elaborado por varios prestigiosos fiscales internacionales no es independiente sino que fue encargado por la firma británica Carter-Ruck y lo que es más relevante, financiado por el Gobierno de Catar, uno de los aliados estratégicos de los rebeldes sirios.
Está claro que el de Assad no es el único bando que ejerce la barbarie como doctrina; también los rebeldes perpetran ejecuciones sumarias y torturas salvajes, hay pruebas concluyentes cada día que ellos mismo cuelgan en internet, sin embargo sigue estremeciendo que todo un aparato del estado vuelva a sistematizar el horror en esta nueva especie de holocausto.