Un fenómeno clásico de la política, modernizado al son de los tiempos, aderezado por la crisis económica y las incertidumbres de nuestros días: convertido en franquicia global. Apelan al concepto de pueblo, miran de tú a tú a los ciudadanos enfadados y expresan su rabia a través de las redes sociales; sugieren soluciones simples a problemas complejos y cosechan los votos de las masas que se han sentido al margen de la globalización.
El periodista, Josep María Martí Font, coautor del libro “La Fortaleza Asediada. Los Populismos contra Europa”, reflexiona sobre el fenómeno que no es exclusivo de los movimientos de la órbita ultraderechista: “Es una suma de iras individuales”, reflexiona Martí que habla abiertamente de una “internacional populista”.
El crecimiento de la extrema derecha agitando todas las identidades y todas las banderas es ya una enfermedad que se agrava en el mundo, aunque la ola pega con fuerza en Europa con un horizonte claro: las elecciones de mayo al Parlamento Europeo.