En el barrio de 'la Defense', el corazón financiero de París, hay miedo. Los empleados de maleta y traje evitan los horarios de las grandes aglomeraciones en los transportes y durante días han dejado de venir a sus oficinas. Todavía hay poco trasiego de gente en la zona y algunos sienten que viven en un estado de guerra. Los terroristas que el pasado viernes asesinaron a más de 100 personas querían atentar contra este distrito por donde ahora está desplegado un importante dispositivo militar para prevenir cualquier ataque.