El hijo ilegítimo de un emigrante gallego, irradiaba liderazgo desde bien joven. Deportista, líder estudiantil, abogado convertido en guerrillero, que desde las estribaciones de Sierra Maestra empredió la primera revolución socialista que triunfo en América Latina.
Tras derrocar a la brutal dictadura de Batista; él, su hermano Raul y el resto de los barbudos entraron como héroes en La Habana.
Nacía la Revolución Cubana.. Lanzaban palomas y una se posaba en su hombro, el mito estaba a punto de estallar. Junto a él, el carisma del Che Guevara y una deriva hacia el marxismo que le llevó a convertirse en el aliado de la Unión Soviética en América. Empezaba su cruzada anti imperialista y anti- Estados Unidos, que fue saltando de crisis en crisis y de presidente en presidente porque hasta once han pasado por la Casa Blanca desde que Fidel Castro llegó al poder. La crisis de los misiles con Kennedy casi convirtió en caliente la guerra fría... Sus memorables enfrentamientos; su dialéctica en contra del bloqueo económico que Washignton impuso por décadas. La caída del comunismo iba dejar huérfana a la Cuba de Fidel en los 90. Sin el respaldo de la Unión Soviética empezaban las penalidades. El periodo especial creó a los balseros que abandonaban la isla y el hambre en masa... Y los iconos como Eliancito, el niño balsero, que Castro convirtió en símbolo de resistencia.
Su liderazgo mesiánico lo apuntaló con su dominio de los medios, con su habilidad formidable para la propaganda, y para que su régimen pareciese amable, por eso hasta tres Papas estrecharon su mano. La salvación le llegó de Venezuela, su amistad con Hugo Chávez permitió conseguir petróleo a cambio de los excelentes médicos cubanos. El declive físico llegó inexorable y también su jubilación política en 2006. Muchas veces dijo, la historia me absolverá. Fueron las palabras del revolucionario, del dictador, del último líder del siglo pasado.