El 11S es seguramente la única gran efeméride de la globalización. Ningún acontecimiento internacional ha tenido un seguimiento planetario tan amplificado y difundido, como el ataque que hace diecisiete años hizo temblar los pilares, recién estrenados, de la “paz perpetua” que prometían los politólogos tras el fin de la Guerra Fría.
Estados Unidos aún se relamía por haber sepultado casi medio siglo de enfrentamiento gélido sin haber puesto en peligro ni uno sólo de sus principios económicos o políticos. Así que el ataque sincronizado de la nueva amenaza yihadista contra el símbolo del imperialismo global de unos Estados Unidos victoriosos, iba a demostrar la vulnerabilidad del gigante.
La emoción conmovedora de aquellas horas no se olvida y cada año hay una oportunidad para sentirla de nuevo. Ya van diecisiete aniversarios y hay que reinventar el dolor o al menos remasterizarlo. Por eso el presidente Trump ha decidido rendir homenaje a las víctimas en Pensilvania, en el lugar donde se estrelló el avión que se dirigía a la Casa Blanca, en lugar de hacerlo en un decorado tan manido como Nueva York: cada año las mismas flores y las mismas víctimas fatigan a esta hambrienta audiencia global.
También por esa razón, este año el operador de cámara, Mark LaGanga que es quizá el reportero que retrató aquellos minutos con la mirada más sublime, ha decidido restaurar su gran obra. LaGanga trabajaba para la cadena estadounidense CBS en ese tiempo y grabó aquella mañana casi 29 minutos en las inmediaciones del World Trade Center. El vídeo completo se publicó hace años en youtube, la última vez en 2013. Además, tan sólo unas horas después de los terribles ataques ya habían visto la luz un buen número de las más impactantes imágenes registradas por el cámara.
Este 2018, estirando el chicle de aquella hazaña, se ha remasterizado el vídeo, se han mejorado los audios y se ha etalonado el color, todo para que los públicos, la opinión pública internacional, pudiese conmoverse una vez más con el dolor de esos 29 minutos.
La trampa no ha venido por el trabajo de reedición en calidad HD del operador LaGanga sino de los medios de comunicación que han vendido como inéditas, las viejas imágenes, ahora remasterizadas. Un buen titular, una buena apertura para el informativo, un gran sumario, aunque esta vez las inéditas imágenes no lo sean tanto.