Lo que le faltaba a Lula era saber que Joao se había gastado un dineral en un reloj para María. Era la gota que colmaba el vaso para llevar a cabo el plan que hiciera falta y desenmascarar a su cuñada. Debía conseguir pruebas para su hermano y lo iba a hacer, por eso no dudó en envenenar a María y tenderle una trampa en la que también estaba implicado José Espada.