El inspector Sánchez acudía a casa de Lucía para saber qué había ocurrido en la cena de Joao, pedirle perdón por no proporcionarle la seguridad que le había prometido y confirmarle que ya no le pediría nada más, pero al enterarse de que Lucía había sido descubierta, aunque todos en la finca del cacique portugués pensaran que era para ayudar a su aun marido José Espada y no a la policía, la ha advertido: “Estos cabrones van a intentar hacer algo”. Y así iba a ser…