Lucía y José Espada no sabían que Raimundo, Manuel y Juan estaban fuera de la casa y tenían a Joao bajo control, por eso, con Martín aún dentro del hotel dispuesto a acabar con ellos, uno de ellos arriesgó su vida para que el pequeño Samuel pudiera salir vivo de ahí y, aunque Martín acabó abatido, antes pudo disparar y terminar con la vida de uno de ellos.