Los tornados, esas columnas de aire que giran rápidamente y que inevitablemente asociamos a casas destrozadas en EEUU, son el fenómeno meteorológico que puede generar los vientos más intensos en la naturaleza. Además, son tan peligrosos como los huracanes –aunque estos últimos son más fáciles de pronosticar- aunque pueden ser mucho más rápidos. En las grandes llanuras, una franja que atraviesa el centro del país norteamericano de norte a sur, es donde hemos vistos el verdadero poder devastador de estos torbellinos gigantes, grabados en la retina de muchos gracias a la famosa película Twister (1996), protagonizada por Helen Hunt.
EEUU, donde más ocurre este tipo de fenómenos en todo el mundo, se encuentra en plena época de tornados y en alerta en las zonas más afectadas. El pasado domingo, llegaban a México y una de estas torres de aire entró con tanta fuerza en la pequeña localidad mexicana de Ciudad Acuña que en solo seis segundos mató a 13 personas, dejó más de 200 heridos y arrasó 350 viviendas.
Rosalía Fernández, meteoróloga de Mediaset, explica que los estadounidenses "están en alerta desde el comienzo de la primavera hasta septiembre ante la posibilidad de que se formen estos virulentos fenómenos meteorológicos, realmente impredecibles". Estas formaciones se producen en las llanuras porque es "donde se encuentra la conjugación del aire frío (frentes fríos) y seco llegando desde el norte, Cánada, y la masa de aire cálido muy húmedo, proveniente del Golfo de México".
Al chocar estas masas de aires "se inician entonces los famosos torbellinos, devastadores, con velocidades que han llegado a superar los 500 km/h", asegura Fernández. "El estado de Texas es hasta ahora el que ha sufrido mayor número de estos fenómenos tan devastadores", donde esta temporada se han registrado tornados de categorías EF3 y EF4 en la Escala de Fujita y que han dejado más de una decena de muertos entre Texas y Oklahoma.
La intensidad de los tornados se mide a través de la Escala Fujita-Pearson (más conocida como Escala de Fujita a secas), que no evalúa el tamaño, la dimensión o la velocidad de la columna de aire sino que se centra en la destrucción que deja a su paso en la naturaleza y en las construcciones del hombre. Se miden del 0 al 6 los daños ocasionados por vientos que pueden ir desde los 60 km/h en una categoría F0, pasando por los 250-350 km/h en una F3 y llegando al máximo en la F6 con 520-610 km/h.
Según ha explicado Rosalía Fernández tras la tragedia de México, "allí han tenido también las condiciones meteorológicas óptimas que han podido propiciar los vientos fuertes, los torbellinos y los tornados en la zona norte de los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Las nubes de gran desarrollo han descargado lluvias cuantiosas, dejando cantidades importantes de agua en tiempo realmente cortos. La consecuencia clara la tenemos en las fuertes inundaciones, que han dejado sumergidos a numerosos pueblos de la zona". Hasta que se puedan pronosticar con más tiempo y exactitud, a los amenazados solo les queda estar alerta y prepararse lo mejor posible para recibirlos.