Los mejores consejos para evitar que tu ordenador se caliente en verano
Es verano y todos sufrimos los estragos de la ola de calor. Las máquinas también. Tanto si tienes un ordenador portátil como uno de sobremesa habrás notado que en estos meses se calienta, hace demasiado ruido o incluso se apaga sin avisar. La culpa de todo esto la tiene el calor, pero hay varias soluciones económicas que pueden ayudar a que nuestro PC rinda incluso con las altas temperaturas. Y de paso nos permitirá alargar un poco su vida útil y evitar la pérdida de datos por fallos del disco duro.
- El polvo es el peor enemigo
No sirve de nada que protejamos a nuestro equipo contra virus informáticos ni que pongamos orden en nuestros documentos si nos olvidamos de cuidar de sus componentes físicos. Un ordenador tiene que estar limpio, y lo ideal es que hagamos una limpieza en profundidad al menos un par de veces al año, aunque cuanta mayor frecuencia, mejor.
Los ordenadores de sobremesa son grandes cajas aficionadas a atrapar todo el polvo de la habitación y depositarlo entre sus componentes. Lo ideal es limpiar y abrir la torre para después aplicar un spray de aire comprimido sobre los componentes del interior. También podemos utilizar una aspiradora a baja potencia, pero hay que tener mucho cuidado para no dañar ninguna pieza. Hay que prestar especial atención a los ventiladores y limpiarlos evitando el giro forzoso de las mismas.
De entre todos, los portátiles potentes son los que sufren mayores problemas de sobrecalentamiento. Hay muchos modelos que pueden abrirse fácilmente, pero si no es el caso, trata al menos de limpiar las rejillas de ventilación. Si están sucias, el ordenador no puede 'respirar'. Es como si sufriera un catarro crónico. Y procura no comer sobre el teclado, o al menos evitar que caigan migas entre las teclas.
- Protégelo del sol
Muchas personas tienen sus ordenadores junto a ventanas o bajo claraboyas. El sol puede hacer mucho daño en tu equipo calentando en exceso sus piezas. Procura situarlo en lugares donde no reciba luz directa. Si no tienes espacio, usa estores, cortinas y persianas. ¡Y cuidado con dejar las ventanas abiertas! No quieres que una tormenta de verano enseñe a nadar a tu ordenador.
- Raciona la energía
Los portátiles tienen dos formas simples de reducir su rendimiento y con ello la energía que utilizan para funcionar. Para tareas sencillas de ofimática como escribir en un Word no es necesario tener el ordenador en "Alto rendimiento". Aprovecha el modo "Economizador", baja el brillo de la pantalla cuando tengas luz suficiente y limita las animaciones gráficas de tu sistema operativo. El ordenador sufrirá menos. También puedes poner el equipo en modo suspensión cuando vayas a estar un rato sin utilizarlo para que pueda enfriarse.
- Déjale respirar
Muchas veces un ordenador limpio solo necesita espacio a su alrededor para coger aire del exterior. Procura no meter la torre en cajones estrechos o mantener la mesa del portátil ordenada para que no haya objetos que bloqueen la entrada de aire. Además, trata de no poner el equipo sobre las piernas, el sillón o el colchón.
Siempre que puedas, utiliza superficies lisas. Un truco muy sencillo es comprar unos soportes elevadores para las esquinas, así el equipo tendrá espacio por debajo. Puedes usar desde pequeñas patas de plástico hasta topes de goma como los que ponemos detrás de las puertas. Basta con que escribas en tu buscador "laptop rubber feet" para encontrar los más adecuados por menos de 5 euros.
- Ventiladores y bases refrigeradoras
Las torres de los ordenadores suelen traer ventiladores de serie. Lo ideal es que tengan uno en el frontal que introduzca aire fresco en el interior y un segundo en la parte trasera o superior que expulse el aire caliente. Hay cajas que permiten la instalación de muchos ventiladores más, aunque la diferencia de temperatura no será significativa. Eso sí, mejorará la corriente existente y es relativamente barato (desde 7 euros).
Una solución casera para los portátiles es utilizar un ventilador USB que arroje aire fresco sobre la rejilla o la zona más caliente. Pero lo ideal sería tener una base de refrigeración. Hay muchos tipos y modelos, también por USB. Las mejores suelen ser las reclinables que tienen un único ventilador de gran tamaño. Antes de comprarla fíjate que es válida para las pulgadas de tu portátil. Por menos de 20 euros podemos encontrar buenas bases.
- Disipadores o refrigeración líquida
Si tenemos un equipo de sobremesa potente, lo ideal sería tener un disipador con ventilador apoyado sobre nuestro procesador. La mayoría de ordenadores comprados traen uno de serie instalado, pero en ocasiones es recomendable sustituirlo por un disipador mejor. Existen también los sistemas de refrigeración líquida, un método de ventilación avanzado para los más exigentes.
- Aplicar pasta térmica
Los más manitas pueden optar por reemplazar cada cierto tiempo (mejor de cara al verano) la pasta térmica de sus procesadores utilizando alcohol y lija si fuera necesario. La pasta térmica es un componente viscoso con diferentes componentes siliconados, cerámicos o minerales que sirve para conducir la temperatura de manera uniforme. Por hacer un símil mecánico, sería como el aceite del motor de un automóvil. Hay muchos tipos, pero puedes encontrar una pasta que te vaya bien por unos 7 euros.
Dependiendo las necesidades de tu ordenador tendrás que seguir unas recomendaciones u otras. También depende de lo hábil que seas con los aparatos electrónicos. Si no quieres pasar tiempo experimentando, siempre puedes pasarte por una tienda de informática para que le hagan una revisión a tu PC por ti. Pero no dejes que tu equipo sufra innecesariamente. Vivirá más y lo hará en mejores condiciones.