La investigación de Onofre sobre lo que sucedió en la finca de Los Galindos le lleva hasta Barcelona. Allí encuentra a Don Alberto, el contable de la finca que casualmente desapareció después de que se cometiesen los asesinatos. Onofre no solo da con él sino que también se entera de su vida secreta en la Ciudad Condal.
Don Alberto llevó a cabo junto con Don Joaquín, directos de la Caja de Ahorros de Paradas, y El Marqués, la desviación de fondos de la finca hacia un complejo urbanístico en Huelva. Con ello, estaban robando a Don Alejandro. Tras los crímenes, Don Alberto huyó a Barcelona. Onofre llegó hasta allí gracias a la pista de una amiga que trabajaba en la sucursal, asegurando que el contable hacía pagos recurrentes a una clínica de la vista.
Al dar con el paradero de Don Alberto, Onofre no solo se puso frente a frente a él sino que también descubrió por qué llevaba una doble vida, muy alejada a la que tenía en Paradas en la época franquista.