Tras sufrir una inesperada pérdida de conocimiento y expulsando sangre al toser, Carolina es trasladada al hospital, dónde sus padres se enfrentaran a una de sus peores situaciones: la posibilidad de que su hija tenga un tumor en el esófago.
Mientras que Andrea y Agnese intenta descubrir si su hija está tomando algún tipo de sustancia perjudicial, Gulia será la encargada de averiguar qué le está pasando a la hija de Andrea. Tras varias pruebas y un exhaustivo registro de su habitación, Andrea descubrirá que fue él el que recetó ansiolíticos a su hija para que pudiera estudiar al mismo tiempo, que Gulia les dará una noticia que no esperan: “Carolina podría tener un tumor, estamos esperando los resultados de la biopsia”.