La inspectora de policía Sonia Ledesma está en un motel en la frontera entre Kenia y Somalia. Allí recibe una llamada de Diego que nunca habría querido responder: “Sonia, la información que te dieron es correcta, los yihadistas cruzaron la frontera hace dos noches y atacaron la aldea que servía de base al grupo de tu marido, hay al menos 100 muertos, cuatro de ellos occidentales”.
Sonia, junto con Diego, pone rumbo a Nairobi, el lugar donde las autoridades tienen los cadáveres de las víctimas del ataque. Allí, la inspectora deberá enfrentarse a la peor de sus pesadillas, comprobar si entre los cuerpos se encuentra el de Mikel.