Santiago está viviendo una situación complicada con su hijo. Le detuvieron otra vez por robar y ahora se encuentra en libertad vigilada hasta que llegue el juicio, por eso, ha decidido que su hijo se quede en su casa bajo su responsabilidad. Gaspar quiere hacer un trato con su padre, “tú me dejas que me vaya y yo te prometo presentarme al juicio y así recuperarás la pasta de la fianza cuando le declaren inocente”, le dice.
Pero el comisario no está tan seguro de que su hijo sea inocente, hay pruebas más suficientes que le relacionan con el robo a una joyería. 5 millones. Gaspar le explica que él no ha tenido nada que ver, “me lo quieren encalomar”, asegura. Santiago sigue sin creerse mucho a su hijo, por eso, le quiere controlar en su casa.
Por su parte, volver a vivir con su padre, para Gaspar tampoco está siendo muy fácil. Durante la cena, le pregunta al comisario que por qué decidió un día abandonar a él y a su madre. Gaspar nunca lo llego a entender y le ha pedido a su padre una explicación. Pero el comisario se ha quedado sin palabras... no sabía qué decirle.