El primero de todos y el más presente es Rubén Ramallo (Edgar Vittorino), duro policía de Estupefacientes que, por una serie de azares va a parar, contra su voluntad en la Unidad de Desaparecidos. Su encaje será trabajoso, ya que ni entiende ni le interesa la filosofía de la Unidad, en la que pretende estar el menor tiempo posible. Poco a poco irá desarrollando la empatía necesaria para desarrollar esta tarea y poner sus excelentes dotes al servicio de la misma causa que sus compañeros.
La Jueza Elena Galvez (María Morales), una mujer inteligente, madura y con un fino sentido del humor, que comparte con Santiago el gusto por la ópera y con quien a veces tiene posturas enfrentadas.
Miguel (Andreas Muñoz), el nuevo informático, despierto, trabajador y entusiasta que, aunque pocos lo saben, tiene un exitoso canal de YouTube dedicado a temas ocultos.
Ousman (Matías Janick), joven subsahariano, inmigrante sin papeles que recurre a la Asociación, ya que teme acudir a la Policía, para que le ayuden a encontrar al marido de su hermana Mbalek, que desapareció tras enrolarse con una cuadrilla para hacer un trabajo en condiciones de ilegalidad en el extrarradio. Ousman presta ayuda en la Asociación.
Oriana (Cinta Ramírez), una joven de orígenes más que complicados, que aparece en la vida de Santiago con el inesperado regalo de una supuesta nieta, hija de Gaspar.
El Inspector Aguirre (Joan Carreras), de Estupefacientes, cuya trayectoria se cruza con los miembros de la Unidad en varias ocasiones, siempre para disgusto de todos los implicados.
Cada una de estas nuevas adiciones favorece una temporada llena de sorpresas con un ritmo rápido y trepidante.