Muchos esperaban que Neymar diera un paso atrás y decidiera quedarse en el FC Barcelona. Pero nunca estuvo cerca de producirse tal cosa. A primera hora de la mañana del miércoles, el brasileño se acercó al entrenamiento azulgrana para transmitir su deseo de marcharse del club y a despedirse de sus compañeros. Los aficionados se desplazaron hasta allí y al aeropuerto, donde no dudaron en recriminarle a Neymar su actitud.