Guillermo Furiase sorprende a su madre, Lolita, al decirle lo que no se atreve a hacer en casa

Cuando Lolita ha acudido a ‘Déjate querer’, no podía ni imaginar quién era la persona que se la había llevado hasta allí para darle una sorpresa… ¡Su hijo, Guillermo Furiase! Y, lo cierto, es que ha sido una grata sorpresa no solo para la cantante, sino para todos los espectadores, pues no están acostumbrados a ver al hijo de Lolita “haciendo estas cosas”. ¿Qué mensaje tiene que darle? Así ha sido el encuentro.

Nada más verle a través del pantalón, Lolita se ha llevado las manos a la cara, muy sorprendida, pues sabe que a su hijo “le cuestan mucho estas cosas”. Pero… ¿cuál es el mensaje que tiene para su madre? El hermano de Elena Furiase toma la palabra: “Vivimos juntos y nos vemos siempre, pero trabajas mucho y me llamas y te digo que eres muy pesada y me dejes en paz, pero es solo una máscara que me pongo…”.

“Si soy fuerte es gracias a ti. Sabes que siempre te digo ‘te quiero’ mirando hacia un lado, pero ahora quiero decírtelo delante toda esta gente. Soy tu mayor fan como persona, como artista, como madre… gracias por cogerme el teléfono a la hora que sea, por aguantar el ruido que hago a las tantas, por enfadarme cuando tienes tú la razón… Eres muy importante para mí, y para mi vida”, es parte de su emotivo mensaje.

De esta forma, Guillermo Furiase tira por tierra su fachada de distante y le dice a su madre lo mucho que le quiere y lo orgulloso que está de ella, algo que le cuesta hacer en la privacidad de su casa. Lolita no ha parado de llorar desde que su hijo ha empezado a hablar. Y sí, ella también tenía unas palabras que decirle a su hijo antes de darle un esperado y bonito abrazo.

En el año 1995, Lolita perdió a su madre Lola Flores, víctima de un cáncer de mama que llevaba años arrastrando. Eso era “una muerte anunciada”, comenta la artista, pero lo que no esperaba (ni ella ni nadie) es que su hermano, Antonio Flores, moriría días después. Lolita le confiesa a Toñi Moreno lo mal que lo pasó y lo duro que fue seguir adelante: “Me volví loca, me salvaron mis dos hijos”, añade. Se refugió en el trabajo.