Muchas veces, los padres toman decisiones que les alejan de sus hijos. Eso es lo que le ocurrió a Aída. Ella era el ojito derecho de su padre, Francisco. Pero cuando ella cumplió cinco años vio como su padre conoció a Ana y dejó solas a Aida y a su madre. Cuando nació el hijo de Francisco y su nueva mujer, Aída sintió que ya no recibía la atención de su padre. Además, tuvo una adolescencia difícil en el instituto: “Siente que todo el mundo se ríe de ella”.
Dejó el instituto, discutió con su madre y se fue a vivir con Francisco y Ana. Al principio, la convivencia iba bien, pero la joven comenzó a tener una mala relación con la mujer de su padre. Tanto que Ana le prohibió volver a esa casa. Aída quiere retomar la relación con su padre y, de paso, reconciliarse con Ana. Así ha sido el reencuentro entre ellos.
Las intenciones de Aída son claras: no buscar culpables, solo quiere solucionar sus problemas. Mientras hablaba, Ana torcía el gesto, y cuando Toñi Moreno le pregunta, habla de la complicada actitud de la joven: “Hice de todo por ella y no me merecía el trato que tuve. Tardó más de un año en preguntar por sus hermanos, y eso me duele como madre”.
Pero Aída viene a ‘Déjate querer’ en son de paz, pidiendo perdón por sus errores y buscando una segunda oportunidad. Ana se cree su perdón, pero ella cree “más en las acciones”: “La confianza se la tiene que volver a ganar”. La joven se compromete a demostrar su arrepentimiento con actos y salen juntos de plató tras un bran abrazo.