Marisol ha pagado todos los gastos que su marido ha hecho con su amante. Ni más ni menos que 240.000 euros. No quiere saber nada más de su marido, salvo que le pague hasta el último céntimo de lo gastado en su aventura. Joaquín, el infiel, asegura que todo lo que gastó fue por el bien de la empresa familiar ya que su amante era asesora de la empresa y viajaban juntos para cerrar negocios. Él le exige a su ex mujer que readmita a su amante en la empresa ya que, dejando engaños aparte, la amante es muy buena trabajadora.