La letrado ha establecido que Félix tuvo un despido disciplinario con Marta y que aunque, las pruebas de sus cámaras son nulas porque vulneran los derechos de los trabajadores, ha demostrado que Marta había robado comida porque ella misma lo ha reconocido. Marta ha abusado de la confianza que había depositado el empresario en ella y ha cometido una falta muy grave. Félix no tendrá que readmitir a Marta porque le ha impuesto una pena proporcional a su falta cometida.