Hasta hace dos meses Marta trabajaba de cajera en el supermercado propiedad de Félix. Ella ha sido despedida por robar comida. Sin embargo, ella considera que el despido es injusto porque si regaló comida a los clientes fue porque estos están en una precaria situación económica y quería ayudarles. Marta cree que Félix no ha tenido en cuenta las humanitarias razones que llevaron a Marta a actuar como lo hizo. Félix mantiene firme su despido a Marta porque no puede confiar en una persona que le roba. ¿Quién lo haría? Marta quiere ser readmitida en su puesto de trabajo porque es una buena empleada y lo que hizo dando comida a los clientes sólo demostró que es una buena persona.
Esther Jaén y Ricardo Sanz preguntan al jefe y a la empleada cuestiones que pondrán en entredicho las versiones de uno y de otra. Irma Soriano y Beatriz Cortázar se enfrentan en un debate con opiniones muy diferentes.
Paloma Zorrilla decide si Marta debe o no ser readmitida en su puesto de trabajo. ¿Estará obligado Félix a contratar a una persona que le ha robado?
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