Alicia le ha confiscado a su padre Gregorio, de 65 años, su coche deportivo porque considera que es un peligro al volante. El sueño de Gregorio se ha visto truncado por su propia hija, que le ha encerrado el flamante vehículo en el garaje y le ha dejado sin las llaves. Alfonso Merlos y Ricardo Sanz interrogan a padre e hija para descubrir qué información ocultan ambos.