Después de analizar el contrato de compraventa, Isabel Winkels estima la demanda de Enrique. En un plazo máximo de 5 días, Pablo deberá borrar esas pintadas y si no lo hace, deberá asumir los gastos que le suponga a Enrique esa labor. El constructor se reserva el dominio de la vivienda hasta que no esté pagada en su totalidad y entregadas las llaves en la escritura pública, por lo que Enrique tiene perfecto acceso a esa vivienda y derecho a quitar las pintadas. Es decir, Pablo ha provocado unos daños en una propiedad que todavía no es suya. Además, la letrada recuerda que el contenido de esa pintada podría haber dañado el honor de Enrique, por lo que podría ser constitutiva de una demanda con una consiguiente indemnización.