Raúl quiso abaratar el precio de su viaje y contactó, a través de Internet, con un conductor que hiciera su mismo trayecto para compartir gastos de gasolina. Pero finalmente, el viaje le salió a precio de oro porque terminó detenido y acusado de tráfico de drogas. Raúl trae a Jaime, el conductor y dueño del coche, a ‘De Buena Ley’ al que señala como responsable de lo sucedido. Raúl quiere que Jaime le pague los 9.000 euros de multa que tuvo que pagar para no entrar en la cárcel.