La sentencia de Isabel Winkels

Isabel Winkels obliga a Alejandra a regularizar su restaurante, pero no deberá indemnizar a Ramón. El negocio es libre y no hay ninguna ley que prohíba a Alejandra abrir un negocio en su casa, con independencia de que cumpla o no con sus responsabilidades frente a la Agencia Tributaria. La letrada recomienda al hostelero que revise las bases de su negocio porque entiende que no hay relación de causalidad con la actividad de Alejandra, quien, a su vez, deberá consultar a un asesor fiscal y regularizar su situación porque Winkels va a dar parte a la Agencia Tributaria.