Una madre dispuesta a todo con tal de hacerle ver a su hija que su novio era un bala perdida. Emilia no podía permitir que Cristina, su única hija, echara a perder su futuro por un chico sin oficio ni beneficio. Así que se le ocurrió un plan, ponerle una trampa al novio. Contrató a una chica para que le sedujera. El problema es que el chico cayó en la trampa pero no rompió con su hija. Gustavo Larraz tendrá que lidiar en esta historia.