El jurado considera probado que María está en plenas facultades y al corriente de las normativas vigentes, que su marido debería apoyar su decisión y que María puede tomar la decisión de abortar aun con la opinión contraría de su marido. Por lo que Emilia Zaballos considera que María es libre para tomar la decisión que quiera sin tener en cuenta la opinión de su pareja, pero si decide realizar un aborto le pide que lo haga según lo establecido por la ley.