El letrado establece que María está utilizando a su hija en contra de su padre y le otorga a Luis un régimen de visitas controlado que irá en aumento. Al principio, Luis podrá ver a su nieta los miércoles dos horas y los sábados alternos también dos horas, bajo la supervisión de un familiar. A los tres meses, si todo va bien, el tiempo se multiplicará por dos.